Borrador "El diario de Hitler"

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30/04/1945

 

 

          En una habitación del búnker, tan solo con un papel delante de mis ojos, un bolígrafo en mano cuya tinta deja rastro de mis palabras, estoy sentado sobre una silla y con una pistola preparada para finalizar todo éste mundo caótico.

 

          Eva, mi mujer desde hace menos de un día, pero una fiel amante que me ha esperado y seguido todo este tiempo, a pesar de mi trato con ella frente a la sociedad, ahora mismo la observo, tendida muerta en la cama esperando que yo me reuna con ella en unos segundos y así será pero  al contemplarla, al admirarla no he podido evitar recordar las cosas más importantes que he hecho, incluso los intentos fallidos, y por otra parte analizar cuando vuelva a releer esto, cual fue el fallo que hemos cometido para llegar a este punto de escondernos en un búnker y acabar rodeados, perdiendo la batalla, escondidos mientras oímos a lo lejos el estruendoso ruido de las bombas buscando víctimas y entre esas víctimas a nosotros.

 

          Todo comenzó en 1914, tras mi alistamiento para asistir y combatir en La Gran Guerra, en la cual ascendí a cabo y fui condecorado varias veces por mi valentía pero fui herido en mi pierna cuando estaba en combate, así que me retiraron en 1917 y me mandaron al frente, al año siguiente quedé ciego y me atendió un medico, tras quitarme la venda de los ojos comprendí que mi objetivo en la vida debía de ser lograr la salvación de Alemania, ya que sabía que antes no lo había logrado hacer bien sino habían cometido errores y un ejemplo de esto fue la rendición de Alemania en La Gran Guerra, algo que nunca perdonaré pues lo veo como traición por parte de los políticos socialistas y marxistas.

 

          Posteriormente se formó el Tratado de Versalles, en 1919, donde se elaboró un acuerdo entre los países aliados para firmar una tratado de paz y Alemania corrió con todos los gastos de La Gran Guerra, gente muerta para nada, para que luego Alemania perdiera territorios y colonias y los alemanes pasaran hambre, todo en vano, pero no había sido en vano para mi porque había descubierto a que dedicaría mi vida. Pero no solo hubo cambios en territorios y colonias sino también en el estado político, pues Alemania  pasó a ser una republica democrática conocida como la República de Weimar, pero ello no había cambiado mis planes para salvar a Alemania. Para ello tenía que tener un partido político y me decanté por el Partido Nacionalista Alemán del Trabajador, el que actualmente es el partido Nazi, después fui elegido presidente y difundí mi opinión sobre los judíos, para mi fue un error su existencia y yo estaba decidido a hacer que la raza aria predominara en el mundo pues es lo que desde un principio debía de existir.

 

          Mi primer acto después de introducirme en este partido fue dar una golpe de estado contra la propia Alemania, y por ello fui encarcelado junto a otro dirigente de mi mismo partido Rudolf Hess y cumplí una condena de 5 años de prisión los cuales emplee escribiendo Meins Kmapf, que eran una doctrinas que luego acogería el Partido Nazi, y con las cuales salvaría a Alemania.

 

          Asistí a las  Olimpiadas de Berlín, las cuales aproveché para hacer propaganda de mi partido, y cómo no, de mi y de mis ideales. Hindenburg me ofreció ser canciller y yo acepté, mi Partido ganó las elecciones de 1933, ese mismo año provoqué un incendio conocido como Reichstag, para cundir el pánico y tener más seguidores, y lo que antes tenía que hacer era suprimir los otros partidos políticos y obtener el poder absoluto, como por ejemplo el Partido Comunista.

 

          He sido brevemente interrumpido por la señora Goebbels, una señora que ha sido nazista y seguidora mía hasta el final, incluso en este momento pedía a gritos mi ausencia para rogarme que no concluyera mi vida, he de decir que le debo mucho tanto a ella como a mi íntimo amigo el señor Goebbels. Espero puedan continuar su vida sin mi allá donde ellos decidan ir y proclamen nuestra mentalidad hasta el fin de sus días.

 

          Hablando de agradecimientos, he de agradecer también a Göring, su lealtad, le confío mi legado como líder del Partido Nazi, a Franco su ayuda pese a la neutralidad que se vió forzado a tener por la guerra civil que padecía en ese momento, Petain por unirse a mi siendo francés sabiendo lo que eso supone y todo porque sabe que esto era lo que debería pasar solo que como tantos otros, no hemos sabido hacerlo, a Chamberlain por su generosidad tras entender que es lo correcto,  a Himmler por ser uno de los dirigentes más fieles que he tenido durante todo mi mandato pero lamento su traición hacia mi por el precio que ha tenido que pagar, pero no por ello se le niega toda la ayuda que me prestó en su momento, y sobretodo gracias a Eva Braun por estar a mi lado en este momento.